
En la escuela de la vida, una lección bien aprendida es aquella que se queda en la mente, en el cuerpo y en el corazón, solo así jamás será olvidada.
A cada uno de nosotros, la vida nos ha dado grandes lecciones, y seguramente, cada uno tendrá su favorita.
Hoy les contare la que para mi marcó, un antes y un después en mi vida, y me ayudó a entender que la vida por sí sola, es una gran escuela, donde nunca se deja de aprender.
Una lección de vida
Estaba en segundo de secundaria y era un adolescente algo travieso, no solo eso, estuve sin ir a la escuela casi 3 meses, hasta que un día, me quedé a jugar videojuegos en la casa de un compañero y de pronto apareció la trabajadora social de la escuela, fue un momento vergonzoso. Nos miró y le dijo a mi compañero: “te doy el reporte para tu mamá porque, me supongo ella no está”, me miro a mi y me dijo; “usted no se preocupe acabamos de pasar a su casa y ya tienen su reporte”, esa tarde fue la más larga, no quería llegar a casa, porque sabia que venia una buena regañada.
Cuando estuve enfrente de mi mamá, me pido que me sentara y me dijo lo siguiente: “Hijo, yo no te puedo dar más de lo que hay en esta casa, no te dejaré dinero como herencia porque apenas nos alcanza para vivir, lo único que te puedo dar en herencia, es mi trabajo para que tu tengas una educación y una vida mejor. Esa es mi herencia y tú decides si la aceptas o no”.
Después de esas palabras, baje la cabeza, pedir perdón y nunca mas volví a fallar en mis obligaciones escolares.
Esta lección se me quedó tan grabada, que años después me llegó la siguiente reflexión;

Tal como me lo dijo mi mamá, así es la vida, cuando llegas a este mundo, no te asegura nada (ni riqueza, ni belleza, ni salud, nada ) solo te da tiempo y tu decides que hacer con ese tiempo, o lo malgastas, sufriendo, o lo aprovechas disfrutando.
llegue a la siguiente conclusión; hay una gran similitud entre la escuela y la vida.
La escuela vs vida
Así como en la escuela nos preparamos para ser profesionales en alguna carrera, en la vida también nos preparamos para aprender una virtud, como la gratitud, el perdón, la aceptación, el amor, la compasión. En fin, cada uno sabemos cuál es nuestra lección en esta vida.
En la escuela tenemos maestros rudos, esos que ponen exámenes para reprobarlos, también en la vida tenemos a ese padre, madre, hermano, amigo, pareja, que más nos hace sufrir y del cual, si no aprendemos la lección, los volvemos a repetir como una materia no aprobada.

En clase tenemos a esos compañeros, que no estudian y nos mal influencian para irnos de pinta, en la vida tenemos a esos amigos que, en época de crisis, quieren que resolvamos con alcohol o evadiendo la realidad con otras cosas vanales.
También tenemos a los compañeros que te ayudan a estudiar, los que te invitan a su casa, aunque sea un día antes del examen. En la vida están esos amigos que te apoyan, que te dan consejos, que te comparten experiencia, te recomiendan lo que les ha servido.
¿Que tal el asesor de grupo? Ese maestro al que le pedimos apoyo cuando no entendíamos nada, en la escuela de la vida tenemos a personas, que nos ayudan cuando no podemos solos, psicólogos, coaches, tanatologos, terapeutas, que en algunas ocasiones son los padres.
¿Qué tal aquellos que te vendían las preguntas del examen con las preguntas, ya solo para memorizar las respuestas? Eso para mi, son el lado esotérico, las cartas, de todo tipo, astrología, el tarot, donde ya te dicen tu numero y color del día , te dan las respuesta. Lo peligroso de esto, es que la vida te puede cambiar las preguntas.
Por último , la biblioteca, ese lugar a donde vamos a estudiar en silencio y en donde hay una gran cantidad de conocimiento, ese para mi, es la mente en donde está una gran cantidad de conocimiento, experiencia, intuición y con solo guardar silencio, podríamos encontrar las respuestas adecuadas a cada momento de nuestra vida, dicho sea de paso, la meditación es un gran camino para llegar a ello.

Finalmente. Solo los estudiantes que van a clase, hacen la tarea, participan. Son los que aprueban la lección y logran la excelencia.
Si quieres una vida de excelencia conócete, vive siempre en el aquí y en el ahora porque tu vida está pasando en este momento.
Tus palabras tienen un gran poder para cursar la escuela de la vida. Si deseas saber más de este tema, te invito a leer el articulo, el poder de las palabras.