
Los niños deben seguir siendo niños
Como recordarán, inicié mi Voluntariado en un Asilo y después en un Hospital Infantil, tiempo después tuve la inquietud de apoyar a niños con VIH y elegí La Casa de la Sal, A.C., que es una Asociación Mexicana no lucrativa y su labor consiste en dar orientación, apoyo emocional y compañía a niños, adolescentes y adultos que viven con VIH o Sida.
En este lugar el apoyo consistía básicamente en la cocina, ayudando a preparar los alimentos y lavar los trastes y fui teniendo contacto cada vez más estrecho con todos los pequeñitos que ahí vivían y que por cierto eran alrededor de 25.
Regalo de Navidad
Contaban en ese momento con un programa especial, en el cual los Voluntarios podíamos llevar a los niños a nuestras casas a pasar la Navidad, y durante 4 días eran nuestros grandes invitados, los llevábamos al cine, a jugar Boliche, al parque, recuerdo que salían en parejas ya sea que fueran hermanos o compañeritos y mi familia y yo disfrutábamos mucho su compañía.
Recuerdo que en una ocasión cuando invité a unos hermanitos, uno de ellos con apenas 6 años de edad, se sintió mareado y le salió sangre de su nariz, lo primero que hice fue colocarme unos guantes que nos habían proporcionado y lo llevé a la cama y lo limpié, le coloqué un trapo húmedo en su frente y regresé a limpiar con cloro el piso, previamente nos habían indicado qué hacer en este tipo de casos y aunque no pasó a mayores el susto fue muy grande.
Definitivamente la experiencia en ese momento fue enorme y la responsabilidad mucho mayor, pues firmábamos una responsiva y nos hacíamos cargo tanto de la toma de sus medicamentos a una hora exacta, así como de su alimentación especial, pues en ese tiempo todo era Light.
Tomaban medicina diariamente cada hora a partir de las 6 am y hasta las 10 am, después nuevamente lo mismo pero por la tarde, la cantidad de medicamentos me impresionaba y se me partía el corazón despertarlos tan temprano, pero gracias a todo esto los mantenían controlados perfectamente.
Debido a que la mayoría de ellos radicaban en comunidades lejanas y con pocos recursos, nunca olvidaré su cara de asombro por todo lo que veían sus ojos cuando salían a algún lugar con nosotros, lo mucho que disfrutaban cada instante y lo agradecidos que se sentían. Afortunadamente hoy me entero con mucho gusto que los pequeñitos que conocí crecieron y ya regresaron a vivir con sus familias, esto debido a que están totalmente controlados.
Quiero comentarles que al decidir ser Voluntaria, pude observar el sufrimiento de las personas en cada lugar que elegía, y el conocer las situaciones difíciles y de salud por las que atravesaban, me hacía corroborar lo afortunada y bendecida que era por tenerlo todo y por ser yo la que podía apoyarles de alguna forma.

En México existen 135,515 personas notificadas con VIH. Se estima que un 30% de la población infectada no lo sabe.
Si te interesa apoyar a esta Asociación o te gustaría hacerte una prueba, aquí tienes los datos :
La Casa de la Sal, A.C. https://www.casadelasal.org.mx/
FUNDASIDA https://www.fundasida.mx/
Finalmente, mi experiencia fue muy triste pero también de mucho aprendizaje.
Recuerdo un póster que me impactó hace muchos años en CONASIDA donde aparecía un niño con los brazos extendidos y decía “Abrázame, el VIH no se transmite con un abrazo”, esta imagen se quedó grabada en mi memoria y por eso quise ser parte de este grupo de personas que los quería abrazar, en específico a los niños por la ternura que me inspiran y por lo indefensos que se encuentran ante una situación así, pero también les reconozco lo valientes que son porque día a día superan los obstáculos que se les presentan y terminan siendo nuestros Maestros de Vida.
Recuerden, siempre hay alguien a quien podamos tomar de la mano y apoyarle para seguir su camino.